El própolis o propoleos (propóleo es incorrecto) ha cobrado mucha importancia en medicina natural porque es un complemento alimenticio que aumenta la resistencia que el organismo tiene frente a las infecciones.
El própolis, es una sustancia que fabrican las abejas y proviene en gran parte de los árboles (sauce, pino, abeto…). Las abejas cogen una parte de su corteza y luego lo mezclan con cera y saliva y les sirve para diversas funciones en sus colmenas. Su obtención es muy lenta ya que una colonia de abejas produce sólo entre 150 y 200 gramos de própolis al año.
Se viene utilizando desde la antigüedad. Juanola nos cuenta un poco de su historia:
“Los egipcios, que ya usaban el própolis para embalsamar cadáveres, algo muy propio de su cultura. Los griegos y los romanos también descubrieron los beneficios de este pegamento de las abejas, y lo usaban para llagas e infecciones de la piel.
Persas e incas también le encontraron diversas cualidades, pero fue en el siglo XVII cuando el própolis pasó a formar parte de los libros de medicamentos oficiales (farmacopeas). Desde entonces, y hasta el siglo XX, se popularizó en Europa gracias a sus propiedades antisépticas para tratar infecciones de boca y garganta, algo que aún aprovechamos a día de hoy.
Las abejas utilizan el própolis para distintas funciones:
Esta sustancia les sirve como aislante y material protector de sus hogares. También les sirve para hacer reparaciones, ya que les permite cubrir agujeros que puedan poner en peligro las colmenas.
Por último, las abejas usan el própolis para embalsamar el cuerpo de los visitantes no deseados a su colmena, algo que nos recuerda el uso que se le daba en el Antiguo Egipto.”
En la medicina natural el própolis aporta los siguientes beneficios:
- Tiene propiedades antisépticas, antivirales y antiinflamatorias.
- Además, ayuda a tratar infecciones de garganta, problemas dérmicos o afecciones estomacales.
De todas formas, el própolis debe tomarse con precaución, sobre todo personas que tienen intolerancia o alergias a los productos de las abejas o a estos insectos. No es aconsejable tampoco en aquellos con asma bronquial alérgica, debido a que empeora los síntomas.
El própolis tiene resinas, bálsamos, cera de abeja, aceites esenciales y polen. Y además contiene plata, hierro, vitamina A y B y cromo. Por lo que supone un aporte extraordinario para nuestro organismo.